Si te encuentras con problemas con tu ordenador y no arranca el sistema, puedes utilizar la unidad de recuperación que creaste en su momento, para recuperar tu sistema Windows 10. Lo primero sería conectar la unidad de recuperación a tu equipo, es decir el USB donde creaste la ‘copia’ del sistema. A continuación enciende el equipo y arranca desde la unidad USB. Esto en muchos casos es automático pero depende de los distintos modelos de los fabricantes de ordenadores de sobremesa o portátiles en cuestión. Si no fuera el caso, para arrancar desde el USB tendrás que configurar la BIOS para marcar el USB como primera opción de arranque el boot del sistema. También presionando F8 al iniciar, en muchos casos salta el boot que nos permite escoger desde dónde arrancar.
Una vez accdemos a la pantalla de recuperación nos aparece: Elegir una opción, donde deberás escoger Solucionar problemas y a continuación a -> Opciones avanzadas.
Aquí ya podemos tratar de recuperar con restaurar sistema con las opciones de restaurar, algo que lo solucionará en muchos de los casos. Si no fuera el caso, escogemos Recuperación de imagen de sistema para terminar seleccionando la unidad USB donde realizamos la copia y continuar con el proceso.